Will Smith prefirió recurrir a un director europeo, el italiano Gabriele Muccino, para conferirle un aspecto distinto a su drama sobre Chris Gardner, un vendedor de artilugios médicos sin futuro, y hundido en la miseria, cuyo sueño es convertirse en un ‘crack’ de Wall Street, y permanecer unido a su hijo de 5 años. Asimismo, el elegido para componer la partitura fue Andrea Guerra, autor de “Hotel Rwanda” o “La ventana de enfrente”.
Y a juzgar por los resultados, el toque italiano le ha ido como anillo al dedo a esta mirada al sueño americano, como muestra, el segundo corte, titulado “Being stupid”, que recoge a la perfección esa muestra de ritmo frenético, en la que se ve envuelto el protagonista, mezclado con una melodía más suave y cálida. (
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