viernes, 3 de agosto de 2007

B.S.O.: "El camino de los ingleses" (Antono Meliveo)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya que en el post de la banda sonora se me han adelantado (aunque no de una forma 'legal'), te dejo aquí mi (espero que) esperado comentario, aunque no me aparece el reproductor y no puedo escuchar el corte en cuestión.

Ambas obras, película y banda sonora, fueron bastante criticadas, en especial esta última, tachada de omnipresente y a todas luces excesiva; tal vez por eso a mí me impactó tanto. En cuanto al film de Banderas, es indudablemente un soberano aburrimiento, lo que no le impide ser también arriesgado, apasionante, novedoso.

Hace unas semanas te comentaba el uso que había hecho la SER de uno de los cortes de "Concursante" como sintonía para uno de sus programas. Pues bien, la afición de esta emisora por tan genial género no acaba ahí: diariamente utilizan las melodías de "La vida es bella", "El padrino" (no el tema de "Fortunella", sino el otro), "Enamorarse" (un pegadizo tema central del gran Grusin), "Chocolat" (la pusieron casi entera, con fines ambientales) y "Love story", en un programa sobre bandas sonoras (^-^) del que no he vuelto a saber nada. Por cierto, que el locutor en cuestión ponía esta obra por las nubes, cuando a mí me parece un ejercicio más bien vacuo, aunque bello y pegadizo.
Así que no ha sido innovación mía esto de introducir scores en el mencionado medio. Vaya.
Saludos y hasta pronto.

Carles Rull dijo...

Chuspi: La propuesta de Banderas se basa también en un (arriesgado) ejercicio de imágenes y música, de allí esa presencia repetitiva (que, cierto, fue tan criticada en su momento) de la banda sonora.

Bueno, lo de utilizar bandas sonoras como sintonías de programas radiofónicos se ha utilizado muchísimo. Y me encanta, es una manera de hacer que estas músicas vayan difundiéndose más y persistan en la memoria.

La de 'Love story' es empalagosa, cierto, y no aporta nada. Pero, sobre todo en su momento, fue una de esas melodías que se te quedaban clavadas con sólo oirlas una vez. Y Francis Lai fue todo un especialista en ello, en un sonido melancólico y romántico fácilmente identificable.

Saludos, Chuspi, que yo seguiré sin vacaciones durante todo este mes de agosto.