Una de mis bandas sonoras preferidas pertenece a una película de muy poco ilustre recuerdo, y no menos desastrosa realización. Se trata del score para “El poder de la sangre de Drácula” (Peter Sasdy, 1970), donde un siniestro aristócrata convence a tres caballeros victorianos para celebrar una misa negra y resucitar a Drácula. Además de quedar claro que Peter Sasdy no es Terence Fisher, se recurrió a imágenes de archivo, para enlazar el argumento con anteriores películas de la Hammer, y el mismo Christopher Lee se negó, en un principio, a interpretar al vampírico Príncipe de las Tinieblas.
Un despropósito, no carente de su gracia, donde el compositor fue un habitual de la productora Hammer, un nombre a reivindicar y tan poco conocido como es el británico James Bernard (1925 – 2001).
Ha sido , por ejemplo, autor de las músicas de “El experimento del dr. Quatermass” (1955), “El perro de los Baskerville” (1959), “She, la diosa de fuego” (1964), “Drácula, príncipe de las tinieblas” (1966), “Frankenstein creó a la mujer” (1967) “La novia del diablo” (1968) o "Kung Fú contra los siete vampiros de oro” (1974).
Y la melodía principal para “El poder de la sangre de Drácula” es una de las más preciosas que ha dado el cine. Queda maravillosamente recogida en el tema Romance at dusk. (
miércoles, 13 de junio de 2007
Comentario: "El poder de la sangre de Drácula" (James Bernard)
B.S.O. de "El poder de la sangre de Drácula" (Taste the blood of Dracula, 1970)
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2 comentarios:
Qué haría yo sin cineahora... ¡este compositor me es completamente desconocido! Investigando, he descubierto las partituras para films de terror, incluyendo música para la versión del 22 de "Nosferatu". Tendré que seguir investigando... Es curioso que Bernard ganara un Oscar, pero como mejor guionista, por "Ultimátum" (Seven days to noon), que llevaba música de John Addison, otro del que tampoco sé mucho.
Respecto al tema, el mejor que nos has regalado desde el de la señorita Karaindrou. Nadie diría que es de un film sobre Drácula... ni siquiera se asemeja al romanticismo decadente de Wojciech Kilar para la barroca y sensual versión de Coppola.
"Drácula" es una de mis novelas favoritas, y (¡dios mío!) la de veces que ha sido adaptada al cine, y con qué gran cantidad de compositores... Es una lástima que solo sean destacables unas pocas, en detrimento de las bandas sonoras que las acompañaban, más destacables en número. Y mayor es la lástima que acompaña a esos grandes talentos que no se ven reconocidos por las ínfimas producciones que musicalizan. Ahí tenemos al recientemente mencionado Algueró, John Scott o el entrañable Poledouris, cuyos amigos de la universidad (Milius, Klaiser) eran penosos cineastas.
Sigue así.
P.D. Terminado el doble experimento con "Memorias de una geisha". Otorgo un notable alto a Williams, un suficiente a Arthur Golden y un suspenso a Rob Marshall, por hacernos creer que las muñecas de porcelana (china, en inglés, jeje) más bellas bajo el sol naciente son solo eso, muñecas.
Chuspi: Así es. Le puso, más adelante, música al film de Murnau, y aunque entre sus bandas sonoras abunda lo bizarro, lo cierto es que le dio una elegancia y una dignidad al género como para quitarse el sombrero !!!!
Y es que Drácula, y sus elementos románticos, dan muchísimo juego, como ese score totalmente distinto de Kilar. Pero a veces la mayoría de compositores, como los cineastas, caen fácilmente en los convencional. Sobre "Drácula", aún tengo por aquí pendiente, para muy pronto, otro de los temas de James Bernard.
P.D.: Sobre la película de Rob Marshall, has dado en el clavo. Una película poco arriesgada, y en donde sólo se cuidad del envoltorio. Por el camino se olvidaban de dar vida y entidad a sus personajes (que era lo importante de la historia, conjuntamente con la descripción de esos rituales y tradiciones tan... orientales).
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